Sí, de piedra me he quedado al ver el nuevo look de Rosa Díez:
¿Demasiadas visitas al foro Vogue? ¿Quizá está lanzando un extraño mensaje con ese estrafalario vestido? ¿Qué esconde en el pelo? Esta noche tendré pesadillas, eso seguro.
UPyD, con esa permanentaza de su conductriz (permanente entre peroniana, thatcheriana y Middle West), va delineando el futuro, un futuro con ecos de deja-vu. Rosa Díez huele poder, huele crisis, huele ascensión desde los escombros de una partitocracia inepta, en el día después del energumenismo tontolaba de los futboleros antier franquistas y hoy mimados por Milikito y Zeja P (y por Rajoy, convertido en sosias barbado e inepto del ya inepto presidente). Rosa Díez sabe que detrás de los espejismos de los alois acecha siempre la presencia implacable de los morloks. Rosa Díez morlokesa honoraria, tras su permanente, esconde las claves del Día Después, de nuestro 1993. Se acercan tiempos de cambio en clave antidylaniana, como en aquel film de Tim Robbins, CIUDADANO BOB ROBERTS. Rosa Díez ríe y su risa marca un nuevo compás.
1 comentarios:
UPyD, con esa permanentaza de su conductriz (permanente entre peroniana, thatcheriana y Middle West), va delineando el futuro, un futuro con ecos de deja-vu.
Rosa Díez huele poder, huele crisis, huele ascensión desde los escombros de una partitocracia inepta, en el día después del energumenismo tontolaba de los futboleros antier franquistas y hoy mimados por Milikito y Zeja P (y por Rajoy, convertido en sosias barbado e inepto del ya inepto presidente).
Rosa Díez sabe que detrás de los espejismos de los alois acecha siempre la presencia implacable de los morloks. Rosa Díez morlokesa honoraria, tras su permanente, esconde las claves del Día Después, de nuestro 1993.
Se acercan tiempos de cambio en clave antidylaniana, como en aquel film de Tim Robbins, CIUDADANO BOB ROBERTS.
Rosa Díez ríe y su risa marca un nuevo compás.
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