jueves, 31 de enero de 2008

Arrebato

El canal TCM pasó Arrebato este domingo pasado. Evidentemente, volví a tragármela con sumo deleite; cada vez que la veo me gusta más, es maravillosa. Lástima que no pude grabar la entrevista que Méndez-Leite mantuvo con Zulueta antes de la emisión. De todas formas, por lo que pude ver resultó un pelín caótica, dado que Zulueta no es exactamente un hombre de palabras, ni tampoco un intelectual. No le gusta explicar lo que hace; él sólamente disfruta creando imágenes, sea en carteles y dibujos o en cine.

Eso es lo propio de un gran artista, un artista iluminado, tocado por la gracia, como lo es él. Basta ver la película para comprobarlo; esta vez (no sé si es la quinta o la sexta) tuve todo el tiempo una sensación particularmente intensa de que Zulueta no sabía muy bien lo que estaba haciendo mientras filmaba, como si fuera presa de una intuición divina. ¿Es una película rara? posiblemente, pero no lo es de una manera arbitraria y gratuita, no es vanguardista-porque-sí. Su rareza surge del amor, de un amor auténtico y sin rodeos por el cine y el poder de las imágenes. Y eso es algo imposible de falsificar. Quizá sea una de las razones por las que la película se ha conservado tan bien. Incluso yo diría que ha ganado con el tiempo…

Muchas de esas imágenes se quedan grabadas a fuego en el córtex cerebral. Ana (Cecilia Roth) metamorfoseada en Betty Boop, Pedro (Will More) subido en el mueble con cara de Peter Pan alucinado y apagando la luz con un estornudo, el Blandi Blub, los cromos de “Las Minas del Rey Salomón” (¿Cuánto tiempo podías quedarte mirando este cromo…?), las chutas, los hipnóticos Súper 8 que drenan la vida de ese alter-ego de Zulueta, cargados de ritmos misteriosos, llenos de tesoros y éxtasis, como la vida misma. La entrega total, un salto al vacío, sin red ni arneses. Ese fotograma… es nuestra única oportunidad. No lo dejes pasar… debes comprobarlo.



Un poder de fascinación intacto, imágenes capaces de abrir mundos enteros… El sonido acompaña este maravilloso trance con graznidos, sirenas… Pero lo importante es que miramos al otro lado y volvemos a ser jóvenes otra vez, porque descubrimos lo que somos y deberíamos atrevernos a ser. Arrebato es capaz de cambiar tu manera de ver las cosas… no creo que eso pueda decirse de muchas películas, ni siquiera de muchas obras de arte. Yo podría contarlas con los dedos de una sola mano.

Tan sólo puedo lamentar que Zulueta no se haya prodigado más, porque es uno de nuestros mayores genios. No me cabe la menor duda de ello.

Años, siglos…toda una mañana…imposible saberlo. Estabas en plena fuga, en éxtasis…colgado en plena pausa…arrebatado.

sábado, 26 de enero de 2008

Los Crímenes de Oxford

Este domingo fui a ver Los Crímenes de Oxford, la última obra de Alex de la Iglesia. Por lo que a mí respecta, sus películas, en general, siempre me han hecho pasar buenos ratos. Es un director irregular, como por lo demás lo son la gran mayoría, y está bien que sea así, es normal en semejante maquinaria de producción. En su momento me decepcionaron bastante Perdita Durango, Muertos de Risa o 800 Balas; me parecieron bastante fallidas, sobre todo la primera (en las otras dos todavía pude encontrar momentos de regocijo). Acción Mutante la recuerdo también algo regularceja, pero hace ya tantos años que la vi que no soy capaz de evocarla con la suficiente nitidez.

Sin embargo disfruté como un enano con otras de sus producciones: El día de la bestia debe ser una de las películas que más veces he visto en mi vida, y La Comunidad es una jodida maravilla: graciosa, grotesca, divertida, perfectamente realizada. En realidad, creo que salvo Perdita Durango, que es un naufragio total, todas tienen momentos de genio y talento. Siempre me ha interesado el hecho de que en sus películas recupera ese humor negro de larga tradición en España, como el que podía haber en un Azcona, en un Jardiel Poncela o en ciertos tebeos de Bruguera.

Un humor que no aparece por ningún lado en esta gran producción. Cosa que, por lo que he podido comprobar, ha decepcionado a mucha gente… ¿Acaso no estaba ya meridianamente claro al ver los trailers, el reparto y demás? ¡Si hasta está rodada en inglés, for fuck’s sake! Se veía venir a la legua, hombre. No veo motivos para sentirse engañado. Yo, por mi parte, me encontré lo que esperaba; un thriller entretenido, con las típicas tretas de este tipo de películas para llevar al espectador por un camino determinado y despistarlo de la resolución final.

Debe ser por eso que no soy demasiado aficionado a este género; sólo hay un camino a recorrer, no suele haber demasiado misterio ni espacio libre para el espectador, y por lo general son películas que difícilmente soportan muchos visionados. Pero Álex sale bien parado de este reto de género. Su virtuosismo técnico brilla particularmente en ese plano-secuencia que presenta a todos los sospechosos de los crímenes. Es una clara referencia, si la memoria no me falla, a una escena de Frenesí, de Hitchcock (hasta sale la misma actriz, Anna Massey).

Y en cuanto a los actores… Bueno, la putada con el bueno de Elijah Wood es que me cuesta separarlo del personaje de Frodo. Además tiene la misma cara de alucinado que en El Señor de los Anillos. Qué coño, siempre tiene la misma cara. Leonor Watling está tremenda, digámoslo ya, y sus protuberancias mamarias van a servir para ganar unos cuantos espectadores en el boca a boca… y no es para menos (ese momento con el delantal); lástima que su personaje no sea nada del otro jueves precisamente… John Hurt está muy bien en su papel de cabrón hiper-inteligente y cínico.

Resumiendo: Sí, vale, no es lo mejor de Álex, pero difícilmente veremos otra película española mejor en todo este año. ¡Y espero equivocarme, lo juro!