viernes, 3 de agosto de 2007

Krautrock Vol.2 - Ash Ra Tempel

Ash Ra Tempel – Ash Ra Tempel (1971)

Ash Ra Tempel - Ash Ra Tempel

Guitarra: Manuel Göttsching
Bajo: Hartmut Enke
Percusión: Klaus Schulze

Sello: OHR

  1. Amboss (19:52)
  2. Traummaschine (25:31)


¡Sí! Voy a seguir con el recuento de mis pajotes repolleros. ¿Cuál es el siguiente? Pues nada más y nada menos que el majestuoso debut de Ash Ra Tempel, uno de los discos que más me han gustado de todos los que he explorado durante estos últimos meses. Este grupo de nombre macanudo consiguió en él una de las cumbres de todo el space-rock (o, mejor aún, de todo el rock’n’roll). En esta obra se juntan dos vertientes fundamentales, grosso modo, del Krautrock: la cósmico-electrónica (a lo Tangerine Dream) y la más orgánica, con guitarras y ritmos tribales –aquí a cargo del célebre Klaus Schulze, que posteriormente derivaría hacia la electrónica más radical en sus discos en solitario. Si no creéis lo de radical, comprobadlo vosotros mismos con el primero, Irrlicht (luz errante, o fuego fatuo) de 1972. Escuchadlo, escuchadlo entero si podéis… yo me lo puse bastante alto una noche y me dormí… para después despertarme de sopetón en el clímax del primer corte. Hay Dios mio hesto ke es!!11! Es el dimonio!!1! :O

Pero bueno, a lo que voy. Lo que tenemos aquí son dos buenos filetes. El primero, Amboss (Yunque) comienza morosamente y de hecho durante los tres primeros minutos recuerda al Irrlicht con sus drones electrónicos, aunque acariciados por cascadas de platillos… y poco a poco, esta máquina bien engrasada va arrancando. ¡Sí, una puta máquina! Nadie destaca dentro del grupo. Todos tocan para lograr un objetivo común, no para ostentar su virtuosismo. En ocasiones no sabes qué es realmente lo que está sonando, no puedes separar los instrumentos, no sabes quién está haciendo qué… cuando ocurre eso, es lo mejor de todo. Todas las piezas del engranaje tienen la misma importancia. Eso es algo común a la mayoría de grupos metidos en el saco del Krautrock (aunque su sonido sea diferente) y el resultado de esa mentalidad (eran todos unos jodíos jipis) en muchos casos es pura magia. Como aquí.

Göttsching tiene un dominio muy notable del instrumento (hizo estudios de guitarra clásica) y se pueden escuchar los ecos de Hendrix en su forma de tocar. Pero Hendrix es más sexual; personalmente su música me da ganas de follar como un animal. Este no es el caso, es más bien cerebral: repite notas durante un buen rato con apenas variaciones, usa el feedback rítmicamente, qué se yo. Pero lo importante es que todo contribuye al tripi musical y la evolución constante y nada caprichosa de la pieza hace que se te pasen los 19 minutillos volando. El caótico final, con todo el bloque sonando como una unidad de destino, cada vez más intenso, es cojonudo. Parada en seco y…

Pasamos a la segunda cortada. Titulada Traummaschine (máquina del sueño) es menos agresiva que la anterior, algo más sutil, más larga, y si no estás realmente escuchando, también puede ser bastante más coñazo. Esta música tan introspectiva se desvirtúa en cantidades excesivas, su efecto se desvanece. Si te pasas, te lo pierdes. Aquí es interesante escuchar a Klaus (pasados alrededor de 10 minutos) tocando las congas como un jipi en la noche de San Juan (pero con sentido del ritmo). La intensidad sube, baja, we are in space, we are headbanging. Manolo masajea tu cerebro con sus sonidos ácidos y reverberantes. Makoto Kawabata hace una reverencia cada vez que escucha este disco y pone una vela a Ash Ra en su altar de Marshalls y pedales locos. Las congas de Schulze llegan a su máxima intensidad tribal; y entonces el efecto del tripi va bajando, poco a poco… hasta el silencio absoluto.

¿Veredicto? Meisterwerk! Imprescindible escucha. Si has de escuchar un disco de ART, recomiendo que sea éste. Yo he escuchado los tres elepés que le siguieron pero me he sentido algo decepcionado porque creo que ninguno alcanza su nivel, aunque Schwingungen y Join Inn son los que más se le acercan, a mi juicio. Después, por lo visto, Manuel comenzó otra fase como líder único de la banda, con la ayuda de la vocalista Rosi Müller, y que desprende un cierto tufillo New Age que dudo que pueda interesarme.

Guten Tag, meine Damen und Herren.

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