Página que es, sin lugar a dudas, una de las mejores que se pueden encontrar en toda la red. Es una auténtica mina, empezando por la foto que aparece en recepción: con una gorra de oficial del ejército, una melena larga y descuidada, sin camiseta y con pantalones de cuero. Hay que decir que en 1990 Cope, como Dylan, Ramon Llull o Emanuel Swedenborg en otras épocas, tuvo una revelación que le transformó en el druida que es hoy (él se llama a sí mismo The Archdrude). Lo cuenta así:
“En el verano de 1990 tuve una visión del mundo. En aquella visión vi a la Madre Tierra – Una enorme Diosa que permanecía erguida y orgullosa pero con la cabeza dolorosamente girada hacia atrás ante el tratamiento que la humanidad había elegido darle… El pelo de la Diosa era el viento en torno a la tierra y su brazo izquierdo estaba extendido, la luna girando en el dedo índice de la mano izquierda. Estaba dañada por los residuos químicos y su expresión era de extática tristeza religioso-espiritual. Había rayos de brillante luz perforando el centro de su cráneo igual que el agujero de ozono permite a la luz del sol perforar el polo norte. Esta clásica imagen mística de iluminación del alma reflejaba irónicamente la supuesta muerte del mundo a través del efecto invernadero. Era una absurda espada de doble filo. La enorme Madre Tierra estaba en pie en el mismo borde del más alto acantilado del infinito –y a punto de saltar… Tuve que hacer un disco sobre la locura de la situación.”
Ese disco fue “Peggy Suicide” (que es como él llama desde entonces a la tierra). Yo lo vi en directo hace unos años, en el Primavera Sound, y fue memorable. Tocaba al mismo tiempo que Teenage Fanclub, así que no tuve problemas para decidirme porque Teenage Fanclub no me han gustado nunca; delante estaba Santi Carrillo. Salió hecho un Panorámix de la vida con gafas oscuras y soltó un rollo en inglés del que no pude comprender una palabra. Se subió la capucha, pisó uno de los pedales y ahí estuvo una hora con reverberaciones, loops, distorsión y psicodelia en estado puro. Mucha gente se fue espantada pero algunos quedamos cautivados.
Además de su faceta de músico, gusta también de escribir: publicó un libro sobre el rock alemán de finales de los sesenta y principios de los setenta llamado Krautrocksampler. Salió en 1995 y desgraciadamente está descatalogado hace tiempo… lo he bajado pero quiero una copia, a ver si un día en e-Bay pillo alguna. También tiene varios sobre el neolítico en Inglaterra y temas semejantes, porque está como loco con Stonehenge, Avebury y todos esos sitios. Y ahora va a sacar uno que aunque fuera sólo por la portada merecería la pena comprar: Japrocksampler.
Además en él aparecerán con detalle cantidad de grupos nipones interesantes y raritos como Flower Travellin’ Band, Acid Mothers Temple, Les Rallizes Dénudés o Tokyo Kid Brothers. De Flower Travellin’ Band comentaré en otro momento su "Satori". Buena mierda, sin duda.
¡¡Oh-oh-ah-oh-oh-oh-oh-oh-oh-ooh-oooh-ooooooh!!
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