miércoles, 3 de enero de 2007

Wasted Again

Bueno, parece que ya estoy al fin recuperado de mi absurdo desfase de Nochevieja. Todavía estoy encontrándome pupas y hematomas por todo el cuerpo, resultado de las hostias que me pegué contra el suelo. A mis amigos les pareció muy divertido, claro, pero pensándolo ahora en frío no lo es tanto, porque podría haberme partido perfectamente la cara contra el pavimento… de hecho me duele la mandíbula aún del golpe. En fin, al menos nadie lo ha grabado en vídeo para subirlo al Youtube.

Una noche aburrida (por lo menos durante la parte que recuerdo), una proporción de féminas por metro cuadrado paupérrima, y para remate, ese nauseabundo tóxico -y descaradamente legal- con el que se envenena el cerebro de las personas -o similares-, conocido popularmente como garrafón. No quiero ni saber el destrozo que habrá causado esa basura en mi sesera. Dos simples cubatas -añadido a unas cuantas copas de más calidad que me administré durante la cena y de las que no debería haber pasado- se bastaron para provocarme un cebollazo antológico.

El resultado, una resaca de mal rollo increíble, depresión, etcétera. Me tragué entera una puta película de cuatro horas (más anuncios) con Patrick Swayze como protagonista. En serio, no puedo entender que haya gente que se deje meter ese veneno cada fin de semana. Porque eso es lo que es: un veneno y nada más. Mira que había conseguido mantenerme bien alejado de él durante mucho tiempo, pero como un gilipollas he vuelto a caer en la trampa. El garrafón está hecho para cenutrios y tunantes sin gusto alguno y que quieran autodestruirse rápidamente, pero no es ese mi caso, carambolas.

Aunque lo que me deprime aún más es comprobar el uso que mucha gente a mi alrededor hace de las drogas: consumo compulsivo, irresponsable, obtuso, reiterado y subnormal. Alcohol, cocaína, y drogas sintéticas ganan por goleada, por supuesto. ¿Cuáles iban a ser, si no?

Pero nada, como siempre, la prohibición lo soluciona todo y aquí no se droga nadie. Papá Estado, líbranos de todo mal, ¡amén!

Ah, bueno, feliz año y todas esas mierdas.

0 comentarios: