sábado, 1 de marzo de 2008

Krautrock Vol.4: Popol Vuh


Popol Vuh - In den Gärten Pharaos (1971)

Sello: Pilz. Reeditado en CD junto con “Aguirre” y “Spirit of Peace” en el sello Spalax (Francia, 1996) y en Italia en 1994, en el sello High Tide. Posiblemente habrán más reediciones por ahí, pero es un lío de cojones.


Miembros:

  • Florian Fricke (n.1948, fallecido en 2001): Melotrón y sintetizador Moog.
  1. Aguirre (6:17)
  2. In the Gardens of Pharao (17:39)
  3. Vuh (19:58)
  4. Spirit of Peace (20:46)

Bajo este nombre, que hace referencia a un famoso códice maya, se esconde un enigmático músico llamado Florian Fricke. Su música -a diferencia de grupos como Neu! o Can- no incide tanto en el poder del ritmo o la repetición como en la creación de atmósferas, vinculándose así a la corriente más ensoñadora de la música electrónica en Alemania (Tangerine Dream, Klaus Schulze). Además, en el caso de Popol Vuh encontramos una marcada vertiente religiosa; tras Mayo del 68 y en plena época hippy, muchos jóvenes –algunos de ellos en grandes poltronas hoy día- emprendieron una búsqueda espiritual que les llevó a abrazar las tradiciones orientales (fue también en ese confuso hervidero de espiritualidad donde apareció la corriente New Age). Florian Fricke fue uno de ellos.

Nuestro hombre estudió piano, fue crítico musical y también cineasta antes de transmutarse en el alma-mater de este extraño “grupo”. Pero, además de las películas que él mismo dirigió, su nombre está íntimamente ligado al de su amigo Werner Herzog, uno de los cineastas europeos más singulares y controvertidos de la segunda mitad del XX. Fricke compuso la música para muchas de sus películas: Nosferatu (1979) Aguirre, la cólera de Dios (1972) o Fitzcarraldo (1982) gozan de los ambientes de este -como difícilmente podría ser de otra forma tratándose del mundo de Herzog- singular y excéntrico artista. Véase el cameo que realizó en una de sus películas –de mis favoritas-, El Enigma de Kaspar Hauser (1974), donde se le puede ver interpretando a un pianista ciego y autista (también llamado Florian) cuya música deja perplejo a su tutor.


Por desgracia, la producción discográfica de Popol Vuh, además de no ser demasiado accesible, es un auténtico galimatías: muchos temas aparecen después añadidos en diferentes reediciones de álbumes posteriores, aunque tengan poco que ver entre sí. “Aguirre” el tema principal de la película de Herzog –y que, por cierto, acaban de reeditar en DVD- puede encontrarse en multitud de versiones distintas, pero no me meteré en semejante lodazal discográfico. La versión a la que me refiero puede encontrarse como bonus-track en una reedición en CD (sello Spalax, 1996) del álbum In den Gärten Pharaos (1971). En la banda sonora de la película se incluyen otras tantas, más o menos diferentes.

Estamos en la primera época de los Vuh y aquí el Melotrón es el instrumento que domina, creando un sonido majestuoso, similar al de unos extraños coros. No hay ningún instrumento de percusión, y el otro protagonista, el famoso sintetizador Moog, es el que provee un elemento de anclaje (sonidos que se repiten una y otra vez). Si se ha visto la película, resulta casi imposible no asociar la música con sus poderosas imágenes. El conquistador Ponce de León, encarnado en el filme por el kamikaze Klaus Kinski, se abre paso con su grupo entre la selva. Lo que se extiende a sus pies es un paisaje grandioso, pero hostil, y que anticipa de alguna manera la locura que acecha a su espíritu megalómano. La música tiene ese mismo carácter alucinado, como salida de un sueño (lúcido).

Aguirre (L'acrime di rei) en la banda sonora de la película. Versión casi idéntica a la que hago referencia.

Si yo, Aguirre, quiero que los pájaros caigan muertos de los árboles... los pájaros caerán muertos de los árboles. Yo soy la ira de Dios. La tierra que piso me ve y se estremece. El que me siga a mí, y al río, ganará riquezas innombrables. Pero el que deserte...”

El álbum original se componía de dos piezas largas: “In the Gardens of Pharao” y “Vuh”. Grabados en el interior de la colegiata de Baumburg, en Altenmarkt an der Alz, los sonidos electrónicos generados por Fricke se asemejan a voces extrahumanas, creando un ambiente poderoso e inquietante. No hay ni rastro de melodía ni de desarrollo de ningún tipo y sin embargo, funciona. It just works. En “Vuh”, la segunda parte, emplea el órgano de la colegiata, con lo que confiere al sonido más consistencia y energía. Los “aaaaaaah” entroncan de lleno con la corriente más cósmica de la era kraut.

Popol Vuh improvisando, en 1971

Florian Fricke se convertiría al cristianismo poco después de terminar la banda sonora de Aguirre, lo que le llevaría también a eliminar de su discurso, en gran parte, los instrumentos de carácter electrónico. Pasó entonces a experimentar con sonidos acústicos, suaves en ocasiones (Hosianna Mantra, 1972) y más pesados en otras, acercándose a un terreno más cercano al rock psicodélico que se practicaba en la Baja Baviera (Amon Düül II), por ejemplo en Letzte Tage-Letzte Nächte (1976). Falleció el 29 de diciembre de 2001 de un ataque al corazón. Con él se fue un heterodoxo de la música popular, un creador de pequeños mundos, un Aphex Twin místico.

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